De vez en cuando, como un juego, puede ser interesante hacer que tu orgasmo no se produzca tan rápido como viene siendo habitual. En ocasiones eso es lo que hacen muchos hombres cunado quieren hacer disfrutar a las mujeres, mantener a ralla su orgasmo para que ella se aproxime más al suyo.
Sin embargo, hay veces en que, cuando quieres intentarlo, te resulta imposible, y eso hace que te frustres porque se pierde ya la gracia. Por eso queremos ayudarte un poco para que puedas controlar tu orgasmo, no al punto de correrte cuando quieras, pero sí para no correrte.
Lo primero es que, cuando estás excitada, sabes que tu orgasmo va a llegar muy pronto.Eso suele ocurrir de golpe a veces pero, otras veces, vas notando cómo sube tu excitación hasta un punto en que todo se rompe. Pues bien, lo que se trata es de no llegar a ese punto de no retorno. Puedes tocarte todo el tiempo pero, cuando veas que estás peligrosamente en el borde, hay varias formas de bajar la intensidad:
- Una de esas formas es dejándote de tocar y abriendo bien las piernas para que nada te roce. A veces los propios músculos vaginales pueden hacer que llegues al clímax pero hay que saber estimularlos bien para llegar sin tocarte.
- Otra forma es mediante el dolor, con él bajas en intensidad pero, si te gusta, puede hacer que después tu límite se alcance antes y no puedas pararlo.
No te preocupes por no conseguirlo a la primera, esto requiere tiempo pero, al final, el resultado es muy satisfactorio.